jueves, 9 de septiembre de 2010

Semana 4: La Moderación

En los espacios educativos mediados por TIC en los cuales yo he participado, podría decir que mis profesores jugaron papeles muy importantes, porque de ellos depende el éxito de la presentación, desarrollo y culminación del curso, yo asimilo un curso a una película, la cual debe tener en primara instancia un tráiler que capte la atención en gran medida del publico a la cual está dirigida, esto mismo sucede en el aula de clase o en los espacios mediados por TIC; La presentación del curso en buena medida es fundamental, por que como lo dice un muy conocido refrán “desde el desayuno se sabe el hambre que se va aguantar”, pero esto no es una camisa de fuerza, ni lo es del todo, pues hay cursos que comienzan bien y terminan bien, hay cursos que comienzan bien y terminan mal y viceversa. En fin creo que las primeras partes de los cursos siempre deben crear un buen impacto en los estudiantes que lo toman por que esto hará las cosas un poco más fáciles el resto de este. El Docente construye el curso, lo va componiendo. Componer es colocar las partes de un todo en un orden tal que puedan constituir ese todo. Todo curso, por pequeño que sea, posee una construcción, una composición o una estructura precisa.

Luego, los primeros días de clase, las primeras semanas y aquella atención que se logro con los estudiantes se debe conservar y los que presentan desmotivación desde la presentación, se debe hacer algo con ellos para captar esa atención que es tan necesaria para el éxito del curso. Eso si aquí muchos docentes hacen algo para remediarlo y otros cuantos hacen caso omiso de la situación y siguen de largo. Este es un buen punto para uno como docente preguntarse ¿Qué pasa si se inscriben en mi curso virtual 50 estudiantes, y después de un par de semanas solo cuento con el sesenta por ciento de los estudiantes iniciales? ¿Qué puede estar pasando allí? ¿Seré yo como docente y moderador del curso? ¿Será el programa o contenido del curso? ¿Será el estudiante?

Después de estas primeras semanas de clase donde se hace la presentación y la introducción del curso, se pasa al desarrollo, que es cuando se comienzan a ver los frutos del trabajo realizado; es aquí donde entran a jugar los temas propuestos en este curso (participación, evaluación y moderación).

La participación del docente juega un papel fundamental, porque debe ser mesurado en sus participaciones, ni tanto que no le de cabida a los estudiantes o los abrume por sus múltiples intervenciones, o ni tan poquito que los estudiantes se sientan solos en el desarrollo de las actividades del curso. La participación de los estudiantes, por lo general depende de las instrucciones dadas por el docente; encontramos estudiantes que van más allá de lo pedido por el docente, los que hacen lo justo y los que no le alcanzan ni para lo justo.

La evaluación hace parte de ese desarrollo del curso y puede motivar o desmotivar el proceso. Está debe ser un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos de los logros adquiridos por los estudiantes. Esta requiere de un cuidado mayor en el proceso formativo en este tipo de educación, la virtual.

Por último llega el desenlace, es el cierre del curso; aquí no se debe bajar la guardia, se debe hacer un redondeo de las ideas centrales del curso, se debe presentar el producto terminado objetivo del curso y evaluar tanto el producto como el curso, para tener conceptos a mejorar y sostener para próximas emisiones del curso. Podríamos decir que este es el punto donde se lanzan los juicios de valor “fue una lata”, “estuvo buena”, “buenísima”, “que elegancia”, “espectacular”, “cuando será la segunda parte”, “me la vuelvo a ver”.

Podría decir después de esto que el docente debe ser de acuerdo al momento, moderador, facilitador o expositor, tomar parte de cada uno de ellos para que su curso sea un éxito. Pues un buen expositor trata de comunicar más ideas que palabras, pues sabe que la mayoría de veces, ideas muy importantes pierden su valor por el abuso de palabras sin mucho contenido, Su lenguaje no debe ser ambiguo sino concreto y especifico, correcto y apropiado al tema y a los estudiantes del curso. El facilitador es quien dirige el flujo de las discusiones y quien se encarga de propiciar el diálogo respetuoso. Por eso, su tarea es remover los obstáculos, resumir los distintos puntos de vista y fomentar el espíritu positivo y productivo. Es el responsable de dirigir el proceso para que todos los estudiantes se focalicen en los objetivos. Y el moderador estimula y guía el grupo, hace un control suave de este y permite que el discurso siga el camino adecuado, controla la participación, incita a los que permanecen en silencio y administra silencio a los que hablan demasiado, debe ser capaz de introducir temas interesantes.

1 comentario:

  1. Leyder: Me identifico con tus comentarios que nos llevan a reflexionar sobre lo que constituye una buena moderación, participación y evaluación, y a través de la cual es el maestro el que deja el legado en las mentes de sus estudiantes.
    Es fundamental que el maestro, instructor, orientador o guía, prepare todas sus actividades con responsabilidad, interés y motivación, ya que de esto depende en gran parte la obtención de evidencias buenas, regulares o malas; debemos siempre tener presente que lo importante es tratar de alcanzar los objetivos propuestos.
    Es importante tener claro que más vale hacer pocas actividades claras y precisas, que muchas inalcanzables; debe tenerse en cuenta, en el caso concreto de las maestras por ejemplo, que estas deben interactuar como maestras, amas de casa, y estudiantes, entre otros adicionales, evidenciándose muchas veces el incumplimiento de actividades puesto que el tiempo es distribuido en muchas acciones diversas, con muchas horas de trabajo y pocas de sueño, lo que produce un agotamiento que debilita los procesos de participación, moderación y más aún la evaluación.
    En el desarrollo de estas actividades es importante la innovación: cuando se pretende construir algo nuevo dentro de un grupo, debe generarse un ambiente de asombro, expectativa y ganas de participar y de crear herramientas y procesos que propicien el logro de buenos resultados como se puede evidenciar en las propuestas mencionadas por algunos compañeros; es de esta manera como se logra la fusión de los tres componentes (participación-moderación-evaluación), lo que permite realizar buenas actividades en el aula de clase que deben ser coherentes, creativas y dinámicas con el fín de obtener resultados que es aquello que pretende el proceso educativo. Como lo expresa Leyder “de un buen moderador, depende una buena participación y evaluación donde el aprendizaje se refleja en los estudiantes.” Esto permite seguir el camino de búsqueda permanente en la construcción de nuevos ambientes de aprendizaje.

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